La obligatoriedad del uso de mascarilla durante la práctica deportiva es un tema que ha desatado gran controversia desde que fue impuesto, en especial en estas últimas semanas que la OMS ha realizado un comunicado no recomendando su uso para dicha práctica, pero ¿Está la organización mundial de la salud basándose en algún criterio científico para aportar esta recomendación? Este es el comunicado exacto que hizo la OMS el 2 de diciembre del 2020:
Como podemos ver la OMS para emitir esta recomendación usa el término “reducir la capacidad de respirar cómodamente”, que más parece el término que pueda utilizar el cuñado de turno en la cena de Nochevieja que el que deba utilizar la organización cuyo supuesto objetivo es “alcanzar para todos los pueblos su máximo grado de salud”.
Por otra parte insiste en que las medidas más importantes de prevención son la distancia, la ventilación y limpieza, y en el caso de que no se puedan mantener se debe “considerar el cierre temporal de las instalaciones públicas de ejercicio en interiores como gimnasios”.
Es en este último punto donde comienza el conflicto de intereses entre los objetivos de la OMS, los gobiernos nacionales y regionales y las propias empresas del sector de la actividad física pero, ¿En qué se está basando la OMS para emitir esta recomendación acerca de las mascarillas? Es obvio que las mascarillas dificultan la respiración pero, ¿Realmente nos van a generar algún tipo de problema para nuestra salud? A continuación vamos a exponer la información científica que hay sobre el tema del deporte y mascarilla a día 29 de diciembre del 2020.
Tras una búsqueda bibliográfica el único estudio que hemos encontrado que aporte algo de información válida sobre el tema es el realizado por Epstein et al. (2020), en este estudio participan 16 personas y realizan una actividad deportiva de intensidad media sin mascarilla, con mascarilla quirúrgica y con mascarilla K95 (FP2).
Los resultados nos muestran que NO hay diferencias en la frecuencia cardiaca, volumen respiratorio, presión sanguínea, saturación de oxigeno, RPE ni en el volumen de CO2 en el intercambio respiratorio en los deportistas que entrenan sin mascarilla respecto a los que entrenan con la quirúrgica. Por otra parte SÍ que se observan unos valores superiores de CO2 en el intercambio respiratorio durante todas las fases del test con la utilización de las mascarillas k95 (FP2) respecto a sin mascarilla o con mascarilla quirúrgica.
Actualmente no existen evidencias científicas sobre que el entrenamiento con mascarilla pueda acarrear un riesgo para nuestra salud ni de lo contrario, por la información que nos aporta el estudio realizado por Epstein et al. (2020) si que parece no ser recomendable la utilización de las mascarillas K95 (FP2) ya que incrementan el volumen de CO2 durante el intercambio respiratorio. También debemos tener en cuenta que este estudio está realizado en una actividad de intensidad media y no de alta intensidad, por lo tanto los resultados podrían variar para la misma.
